14 May 2020

La pronunciada curva de aprendizaje sobre otra modalidad de interpretación

La pronunciada curva de aprendizaje sobre otra modalidad de interpretación

Como describimos en la entrada anterior sobre la virtualización de los eventos, el aislamiento social y obligatorio dispuesto como consecuencia de la pandemia desatada por la COVID-19 ha forzado a los intérpretes de conferencias a replantear su modalidad de trabajo.

Algunos ya prestábamos servicios de interpretación simultánea o consecutiva a distancia, en línea, con las AIIC: Directrices para la interpretación a distancia (Versión 1.0), las Recomendaciones de la Fuerza de Trabajo de AIIC sobre Interpretación Remota y la ISO/PAS 24019:2020 Simultaneous interpreting delivery platforms — Requirements and recommendations (Plataformas de Interpretación Simultánea-Requisitos y Recomendaciones).

En cuanto a mi experiencia, desde principios de 2019, he provisto servicios de interpretación remota desde un entorno controlado con las siguientes características:

  • Conexión a Internet dedicada por cable. Esto es muy importante dado que la conexión wifi es más inestable.
  • Sala privada con adecuada insonorización.
  • Interfaces de interpretación según la norma ISO 20109:2016 Anexo B.1.
  • Auriculares conectados por USB a la computadora.
  • Tres computadoras con procesador de última generación y memoria suficiente para ejecutar el software de trabajo.
  • Software de protección de datos instalado en las computadoras de trabajo.
  • Monitor auxiliar de pared.
  • Banco de electricidad por posibles cortes de energía.
  • Asistencia de personal técnico en el lugar.

Aparte de lo enumerado, lo más importante para garantizar el éxito del trabajo era que los intérpretes se encontraban ubicados en la misma sala, sin importar el modo de interpretación (simultánea o consecutiva). En cualquiera de los casos, la tarea se desarrollaba de acuerdo con la norma IRAM 13612 «Requisitos y recomendaciones para la provisión de servicios de interpretación de lenguas» (2018).

El escenario descripto no era el ideal, dado que era preferible contar con una cabina y con las consolas tradicionales. De todas maneras, si se lo consideraba con una mirada benévola, no distaba mucho del escenario ideal.

La interpretación y la cuarentena

Ahora bien, la aplicación de los protocolos de distanciamiento social y la imposibilidad de movilizarse nos han obligado a reconvertirnos rápidamente. En consecuencia, el hub debió migrar a un estudio casero con todo lo que ello implica.

Pensando en aquellos intérpretes que deben trabajar en estas circunstancias, a continuación, se detallan algunas recomendaciones que he aplicado en mi caso tanto para interpretación remota como para capacitación en línea de intérpretes no docentes:

1. El espacio

Es fundamental cuidar el espacio de trabajo. Por esa razón, conviene disponer de un lugar en la casa con la debida aislación de sonido, con el teléfono de línea y celular en modo silencioso, con adecuada ventilación e iluminación (por ejemplo, para que no refleje la iluminación en la pantalla, es mejor colocarse mirando hacia la ventana con luz natural o colocar una lámpara detrás de la computadora). Es importante para preservar la imagen profesional eliminar todo el desorden detrás de su asiento.

Siempre es fundamental tener una luz de emergencia al alcance de la mano.

2. La conexión

La conexión es fundamental, por eso, conviene contar con una línea dedicada de Internet con, al menos, 100 Megas (2 Mbps de descarga, 1,5 Mbps de carga; óptimo 5 Mbps de descarga, 2,5 Mbps de carga). Lo ideal es contar con dos servicios de Internet para evitar cualquier contingencia: una conexión principal de Internet por cable (a través de un cable LAN/Ethernet al router) y una conexión secundaria separada de la conexión primaria. Esta puede ser alámbrica o inalámbrica según las posibilidades del intérprete.

Si bien no siempre es posible, es importante limitar el uso de las conexiones a Internet mientras se está trabajando. El uso simultáneo de otros miembros de la familia puede entorpecer o ralentizar nuestra conexión y, en consecuencia, puede perjudicarnos en nuestro trabajo.

3. Los equipos básicos

Como mínimo, es necesario contar con una computadora de escritorio o portátil. Aunque no siempre es posible, se recomienda contar con un monitor de escritorio adicional. Por eso, muchos profesionales utilizan una computadora de escritorio y una notebook para suplir este segundo monitor, además de usarla como dispositivo auxiliar conectado a 4G.

Para evitar los problemas de sonido, como los acoples, las reverberaciones o cualquier tipo de distractor, es recomendable el uso de auriculares conexión USB que cuenten con cancelación de sonido circundante para asegurarnos un verdadero aislamiento respecto del entorno en el momento de trabajar.

Lo ideal es trabajar con auriculares con micrófono incorporado y silenciar manualmente el micrófono de la computadora o de la cámara. No conviene utilizar los altavoces o los micrófonos de las computadoras porque la calidad del sonido suele ser mala y, en muchos casos, se captan sonidos ambientales que pueden ser contraproducentes para nuestra imagen profesional.

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Los desafíos no solo son de orden lingüístico, sino que, en este último tiempo nos hemos visto interpelados desde todas facetas de la situación comunicativa: desde las cuestiones de seguridad informática hasta las nociones básicas de acústica para elegir nuestro mejor lugar de trabajo. Hemos tenido que investigar sobre las características de las plataformas para poder elegir aquellas más seguras no solo respecto de su estabilidad, sino respecto de los riesgos de que ciertas reuniones muy privadas quedaran expuestas en la red. En suman, nos hemos convertido también en asesores tecnológicos para nuestros clientes.

Sabemos que estamos viviendo tiempos difíciles y que no siempre resulta agradable adaptarse mediante recursos caseros para llevar a cabo una tarea profesional que, de por sí, conlleva una gran presión en el momento de interpretar. Por esta razón, dejé para lo último la recomendación más importante: debemos conservar una actitud positiva y pensar esta situación crítica como un desafío, y, de esa manera, transmitir el aplomo adecuado que caracteriza la imagen de un verdadero profesional, que asume el trabajo con la misma responsabilidad de siempre, aunque, por cuestiones excepcionales, lo lleve a cabo en el living de su casa.

Enlaces útiles

AIIC: Directrices para la interpretación a distancia (Versión 1.0)

AIIC Covid-19 Distance Interpreting Recommendations for Institutions and DI Hubs

AIIC best practices for interpreters during the Covid-19 crisis


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